¿Conoces las Grutas del Rosario? Maravilla duranguense.
Uno de los lugares más espectaculares que enmarca los caprichos de la naturaleza es, sin duda, las Grutas del Rosario, ubicadas en las inmediaciones de la sierra del ejido Vicente Suárez del municipio de Lerdo.
La cueva con estalactitas y estalagmitas formadas por el agua carbonatada al interior de la cueva de la zona minera de extracción de fosforita, fue descubierta en el año de 1964, y desde esa fecha ha estado bajo resguardo de los ejidatarios.
En un recorrido de 500 metros en cuatro niveles se puede disfrutar de un espectáculo natural en la profundidad, donde se pueden admirar formaciones caprichosas de pisolitas, castillos, monstruos e iglesias.
Subir a una altura de casi seis metros en un recorrido que resulta desgastante para los visitantes, pero que termina siendo un espectáculo incomparable que recomiendan de boca en boca.
Para adentrarse en las grutas hay que descender unos 300 m sosteniéndose de un barandal de mecates.
Cuenta con iluminación artificial por lo que se pueden contemplar plenamente las caprichosas figuras de estalactitas y estalagmitas que se han creado por la acción del tiempo. Estas formaciones reciben nombres como: “chimeneas”, “los novios”, “castillos”, “tronos”, “monstruos”; otras poseen sonoridad notable y de ahí sus nombres: “arpa”, “timbal”, “piano”, “cuerdas y metales”.
Las grutas tienen una profundidad considerable, por lo que sólo se pueden explorar en compañía de un guía experto.
¿Ya las conoces?